Los últimos días de Noviembre.

Reseña de: " Los últimos días de Noviembre" escrito por Luís Cano. A los que tenemos la suerte de seguir la trayectoria literaria del autor de este libro, no nos sorprende su conmovedora lectura. Luis Cano es, ante todo, un poeta. Las 166 páginas de los últimos días de Noviembre, están cuajados de retazos líricos magníficos que extrapola sutilmente entre los párrafos de la historia. ¿Cómo explicaros las sensaciones de este libro? Podría decir muchas cosas sobre él. Que es la historia de Julia, una mujer angustiada por su pasado, que muere agónicamente, día a día, por amor o que es la historia de un reencuentro con la amistad. o la manera de encarar y superar una vida solitaria, triste y vacía los últimos días de noviembre.También podría decir que trata del amor incondicional de dos hermanos que se tienen el uno al otro por encima de cualquier otra cosa o la historia de cómo un perro de ojos tristes y orejas largas se convierte en compañía, ternura y protección y todas estas definiciones serían acertadas, porque cada una de ellas conforman, capítulo a capítulo, esta novela. Pero si me permitís, yo me voy a quedar con una sola definición. "Los últimos días de Noviembre" es puro sentimiento, donde empatizar a través de sus citas maravillosas a la mente de Julia, es irremediable. No lees una novela, vives con Julia su historia, eres ella y como ella sufres y sientes. Pero tratándose de mi "Ladrón más especial", no podía ser de ninguna otra manera. Váis a disfrutar con este libro. Su lectura sencilla, clara, arrolladora te cautivará desde el primer capítulo. Me despido con una de mis frases preferidas de Julia: "Apostarías por mí, aunque supieses que perderías" Yo también lo hubiera hecho, aunque yo juego con ventaja porque apuesto a caballo ganador. Luís: Mi más sincero agradecimiento y muchas felicidades.

Comentarios

Óscar Sejas ha dicho que…
Eso es lo que yo quería expresar y no me salía: "No lees una novela, vives con Julia su historia, eres ella y como ella sufres y sientes".

La leí en un viaje de tren y en ocasiones tenía que parar a respirar profundo porque me sentía tan como Julia que dolía.