CRISÁLIDA




Aquel pequeño gusano de seda, suave, indefenso, frágil, transmitía apatía.Parecía contagiar el ambiente con esa languidez de movimientos.La yuxtaposición sobre un fondo de ralentizados cambios de posición, casi imperceptibles,conformaban un mosaico de percepciones que,implicaban en su mundo interior,un tremendo esfuerzo de superación personal.Para la gran mayoría de observadores, camuflaba una muy peculiar forma de progresar. Su lucha constante, incansable por avanzar en este proceso, le dirigía hacia una inminente transformación. Esta mudanza desde lo más profundo de su ser,era el resultado de una eclosión que no se conforma con su existenciaanodina y simple, que quiere algo más que reptar sobre su esponjoso cuerpo el resto de su vida, que busca convertirse en ser de luz y color, con libertad para volar a través de nítidos cielos azules y discernimiento para disfrutar de sus llanuras y océanos.Pero esta metamorfosis solo estaba en la mente del pequeño ser. El verdadero cambio era convertir los pensamientos en realidades. Al fin,comenzaba a engrandecerse en su interior, se despedía de su insignificante mundo, decía adiós a los seres queridos que perdería por el camino y asumía las consecuencias de esta decisión, meditada y valiente. Aceptaba las secuelas colaterales de esta transmutación. Con seguridad, se irguió sobre su cuerpo para mirar de frente al firmamento. El resplandor del cielo, con su radiante azul, cegó al gusano de seda. El desconocido, limpio y nítido astro resultaba nocivo para unos ojos que solo miraban a la tierra húmeda y oscura desde tiempos inmemoriales.Esa era la razón principal por la que necesitaba protegerse de tanta luminosidad. Su manera de subsistir hasta el momento, no podía modificarse con un solo gesto. Aquel paso debía seguir a una zancada y ésta a un salto al vacío. Tenía que encontrar el camino y sobre todo, debía aceptar su nueva concepción vital. Y entonces diseñó una crisálida única y espectacular, una envoltura que a todo su entorno extrañó. A todos, excepto a los que le conocían bien. Comenzó a cambiar su aspecto exterior, y este gusano, hasta entonces indiferente, dejó de serlo.En algunos círculos, el gusano invisible, cobró protagonismo, mientras que en otros sectores fue desterrado. Lo cierto es que muy pocos entendían el porqué de esta nueva presencia física.La extrañeza y novedad se convirtió en una campaña de acoso y derribo hacia aquel que, se había saltado las normas. Vivió el rechazo del entorno y sufrió en sus propias carnes el aislamiento y la discriminación de intentar ser diferente.Mientras que sus, hasta ayer, iguales comían de la misma morera, se tumbaban mullidos, sin otra preocupación que dormir cuando el sol se pone y despertar al alba, este nuevo gusano se revelaba a esta monotonía y conformismo. Regaló su fondo de armario y renovó todo su vestuario, se desprendió de sus hábitos y adquirió otros nuevos. Supo que era el momento de encerrarse en su ninfa. Camuflado trás unas amplias gafas oscuras,parecía raro y estrafalario. Pero lo más sorprendente de este cambio era lo que no se apreciaba. Todo lo que los mediocres y menudos compañeros no veían, era, en realidad, lo que más fascinante. Su nueva actitud le conducía a descubrir rostros diferentes, personalidades dispares. Perdía su timidez intercambiando miradas furtivas y recién estrenadas en su nueva crisálida, y su atrevimiento rallaba la desvergüenza. Y, ¡Dios, cuánto le gustaba esta nueva faceta!. Con esta imagen comenzaba a sentirse vivo, a experimentar una seguridad en si mismo inédita. Se sentía poderoso, flotaba en una nebulosa de pasiones y metáforas. El escaparate de su antigua existencia se disipaba y, como el conejo que aparece sobre la chistera del mago, renacía una potente piel-crisálida, sin miedos, ni prejuicios.A través de sus gafas oscuras, emergía su nueva personalidad, oteaba con recelo el horizonte, percibiendo la claridad que le esperaba allá fuera. Y su mundo comenzó a encojer. Todas aquellas pequeñas cosas que hasta entonces conformaban su existencia, ahora ya no le satisfacían. Solo los más íntimos le ataban a esta cárcel. Y no sabía cuánto tiempo más podría soportar esta monotonía. Quería compartir este cambio con los que llevaba muy dentro de su corazón , pero el temor a perder estos cariños, le impedía explosionar. Necesitaba compartir con ellos su nueva experiencia, no quería vivir esta metamorfosis solo, pero la crisálida era un abrigo para uno, tenía que vivir en soledad y esperar encontrarlos fuera. Se preguntaba quién estaría allí, quién miraría en el fondo de sus ojos y encontraría la misma persona. La evolución conlleva dolorosas pérdidas, privación de una adquirida libertad, abandono del conformismo y soledad y atrevimiento, injurias y satisfacciones, determinación e infamias. Hoy era el momento de arriesgar, había llegado la hora de despojarse de sus gafas oscuras. Comenzó a temblar y sus lágrimas se despidieron de cada rincón y cada raíz de su ajado y viejo inframundo. Inhaló por última vez el olor a tierra mojada y al levantar la vista, encontró un interminable cielo azul que cada vez sentía más cercano. Sintió la levedad de todo sus ser y supo que, el proceso de transición estaba llegando a su fin. Todos contemplan fascinados a la espectacular mariposa que, impasible y orgullosa, planea sobre su hoy y su mañana y a vista de pájaro, distinguía su minúsculo y olvidado mundo del ayer. Ante tanta inmensidad, les gritó, esperando ser oída:“Hay dos formas de sentir y disfrutar la vida: una es creer que no existen los milagros;la otra, creer que todo es un milagro y luchar por conseguirlo".Y ya nunca más miró atrás y se perdió en la ingravidez del infinito.
Dedicatoria: Recupero esta entrada para una persona que hoy sufre, para que recuerde que el cambio nunca es fácil y duele pero el resultado es apoteósico. No dejes de luchar ni de creer en tí.

Comentarios

Luis Cano Ruiz ha dicho que…
Leerte y escuchar al mismo tiempo la música ha sido como esas escenas finales de las películas en las que al fin el esfuerzo da resultado.

Gracias por traernos esto en septiembre, y por dejar esa nota de esperanza.

Cuídate.
Historias entre Fogones ha dicho que…
Me alegro de tenerte de vuelta.
Un abrazo enorme.
Óscar Sejas ha dicho que…
Hermosa experiencia leerte con música :-)

Ha ido aumentando la intensidad mientras el gusanillo salía de la crisálida y se convertía en mariposa.

:-)

Todo cambio asusta pero a veces el resultado merece la pena.

¡Salud!
Historias entre Fogones ha dicho que…
Gracias Oski. Son melodías que me inspiran para escribir y por eso las comparto con vosotros.
un besazo