REFLEXIÓN

EL PRIMERO, es sinónimo de único, es compartir con la soledad, es vivir sin nadie a quien ayudar o con quien discrepar. EL NÚMERO UNO deja todo atrás, amor, hijos, amigos. Sin nadie delante que guíe sus pasos, sólo él y sus pensamientos, desfigurando sus dudas hasta convertirlos en demonios. Deambulando hacia un horizonte quiza muy lejano, persiguiendo una meta posiblemente inalcanzable. La excelencia es ambiciosa y huraña. Preguntando a su espejo ¿quién es el mas poderoso?, olvida realizar la pregunta mas importante, ¿Quién es el mas sincero? Siempre observando tras de sí, nunca puede mirar a la verdad directamente a los ojos y desnudar su corazón. Aguardando y guardando las distancias. Escuchando murmullos inaccesibles, sensaciones impensables. Como la vida de una caracola, confinada en su oscuridad percibe el eco de sonidos lejanos pero no lo ve, huele el aroma a sal pero no lo saborea. El éxito no puede ser vulnerable, no puede empatizar con las miserias, ni alzar su voz para condenar las injusticias, porque el primero no ve otros ojos que los suyos y no recuerda otro pálpito que el de su corazón. Los otros en cambio, intercambian vidas, reconocen otras voces y declaran sus debilidades. Lloran sin vergüenzas y ríen sin compromisos. Ellos sincronizan sus días y sus noches, compañeros de dichas y desdichas, conversan a la luz de la luna. Las gentes ordinarias, corrientes,nunca alcanzarán el poder, pero sí la fortuna de compartir esperanzas. La satisfacción de reír a través de la alegría de otros y llorar con las desgracias que le rodean. Luchar por aquello en lo que creen y convivir con un mundo tan injusto como perfecto. Así, el primero dejará de mantener la hegemonía de la excelencia y la asombrosa e impredecible realidad cambiará el mundo, derrocando imperios y desterrando monarquías. Esa voz es el ciudadano del mundo que, mano sobre mano, grita y ahoga la individualidad. Es la verdadera fuerza de la pasión, que mueve montañas.

Comentarios

Óscar Sejas ha dicho que…
¿Fue Saramago el que dijo que hoy por hoy sólo existen dos superpotencias en el mundo? Una EEUU, otra nosotros, la opinión pública.

Unidos se consiguen las cosas, es hora de desterrar individualismos y egos, de dar manos y de luchar juntos.

Creo que todo el que ha navegado solo sabe que eso conduce a mal puerto...

Abrazos.
Ehse ha dicho que…
Ser el primero es algo subjetivo, alguien se convierte en el número uno cuando los demás le consideran tal, por eso muchas veces se sobrevalora.
Todo aquel que persiga con ahínco una meta, acabará dejando muchas cosas por el camino.

Me gustan los textos como el tuyo que se enfrentan a la presión social de tener que ser primeros.

Un abrazo!
Luis Cano Ruiz ha dicho que…
Y yo entro para debatir, abriendo un poco vuetros comentarios. Yo pienso que es necesario que exístan los numeros uno. Los mejores. El mejor. Porque considero que ese tiene una meta, tan importante como efímera (Aquí es donde está la clave).

Yo pienso que la presión por ser el mejor conlleva perder al igual que ser conlleva perder. Y ser el mejor no implica estar sólo.

Aún así, resumo: El número 1 es un número tan necesario como efímero.

Cuídate.

p.d: Por abrir debate :)

Ehse ha dicho que…
Por definición existe necesariamente alguien que sea número uno. Pero no es necesario luchar por serlo.

Es distinto trabajar para ser mejor que trabajar para ser EL mejor. Aunque ambos tienen una meta, el segundo tendrá que enfrentarse a los que estén a su nivel o por encima para sobrepasarlos (y a veces pisar a los de abajo para tomar impulso).

Vale, tal vez no signifique estar siempre solo, pero creo que la unicidad acarrea cierta distancia con los demás.

Y no veo por qué tiene que ser efímero.

Un abrazo!
X ha dicho que…
Interesante post y comentarios. A mí, llamadme loco, casi me gustaría más ser el último. :-)

atlantis2050.blogspot.com
Historias entre Fogones ha dicho que…
Me encanta el debate que habéis abierto. Básicamente coincido con Eshe en la puntualización de ser mejor y ser El Mejor. El primero siempre se apoya en otros, se nutre de experiencias y creen en el equipo humano. El Mejor tan sólo se sirve de ellos para conseguir llegar a ser el número uno, que como dice Ladrón tiene por supuesto su importancia. Marcarse metas es importante pero cuando los objetivos están por encima de las personas, conlleva una presión que no compensa.Al menos bajo mi punto de vista.Al igual que Oski no creo en los individualísimos y sí en la fuerza de juntar manos y luchar juntos. Formar parte de algo más grande que cualquier reconocimiento personal.Ser un grano de arena de esa poderosa playa, aunque, como apunta X, sea el último. Gracias a todos.Os echaba de menos.