SOS


El azul de un mar en calma o el verde del océano embravecido, empapado de venganza y arrojando a la arena todo aquello que nunca quiso.
Un rojo campo de amapolas y la flor blanca del almendro en primavera.
El violeta del cielo despidiendo al día.
La luz plateada y brillante de la luna llena.
El arco iris iluminando un día soleado de lluvia.
Ninguno de estos colores tan asociados a nuestros sentimientos y estados de ánimo existen.
Nada es real. Todo es fruto de nuestra percepción.
Como el mundo de Matrix, la realidad es radicalmente más tétrica, oscura como una noche perpetua.
La realidad no tiene color, es un profundo agujero negro donde no llega la luz. Es La Nada una oquedad vacía, ciega, muda.
Y parece mentira, pero un insignificante rayo de luz blanca puede cambiar una idea, originar un pensamiento y dar sentido a una vida.
Un fulgor que nunca podrás atrapar convierte las tinieblas en claridad.
Un instante cegador y el campo de amapolas se llena de colores, el cielo recupera su esplendor, las miradas se encuentren y las sonrisas se iluminan.
Un resplandor mágico que agita de colores los abrazos, pinta los besos de rojo pasión e impregna la música con sentimientos de color rosa.
Más todo son imágenes captadas por un cerebro, retenidas en la cárcel de nuestras conciencias. Acciones y reacciones químicas que tergiversan la verdad. Creencias optimistas, ingenuas ilusiones. Intuiciones de querer ver lo que imaginamos.
Pero en ocasiones el cerebro se tiñe de negro...
Hace demasiado tiempo que habito en un espacio herméticamente cerrado, sin puertas, sin ventanas, ni tan siquiera una pequeña rendija que deje pasar un insignificante halo de luz.
Mis retinas se abren pero nada vislumbran.
Mi corazón se empapa de angustia.
Hace tanto que no percibo los olores de la música, ni los sabores de las risas...
Ya no recuerdo el azul del mar en calma, el remolino blanco de las olas ensordecedoras rompiendo en la roca.
Si fuera capaz de imaginar un futuro.
Si, en la lejanía, escuchara el aleteo de la mariposa, quizá percibiera su efecto y reconociera de nuevo, el color esperanza.

Comentarios

Luis Cano Ruiz ha dicho que…
Yo pienso que la realidad si tiene color, pero el gris nunca se distinguió muy bien del negro.

Espero que mejore ese ánimo negro que se percibe.

Cuídate.
Tropiezos y trapecios ha dicho que…
Todos pasamos por épocas así, no puedo garantizar que yo ahora mismo no pase por una.

Cada mente da color a las cosas de una forma distinta. En realidad somos pintores de nuestra propia realidad. Las malas rachas pasan y aunque ahora no seas capaz de encontrar otro color que sea diferente al negro llegará el momento en que lo hagas. No creo en la psicología barata, ni en el "sonríe" mucho que te irá mejor. De hecho pienso que estas rachas son necesarias y forman parte de esa "búsqueda" personal que creo todo el mundo ha de experimentar.

No puedo darte consejos porque ni yo mismo soy capaz de seguirlos, pero sí puedo darte ánimos y un abrazo muy grande, que no cura, pero ayuda.

Oski.
Historias entre Fogones ha dicho que…
Gracias por vuestras palabras de aliento, no sabéis lo importante que sois para mí.
Un fuertísimo abrazo.
Tropiezos y trapecios ha dicho que…
Vengo a dejarte otro abrazo. Se echan de menos tus letras.

Oski.