LA VIDA DE LOS OSADOS


La vida, a veces, es caprichosa y no quiere darte aquello por lo que tanto has luchado. Otras es envidiosa y a pesar de escalar hasta la cima más alta, de respirar, por fín, aire limpio, te arrebata ese lugar donde reside la felicidad. En algunas ocasiones se acomoda en la monotonía de mañanas y noches, finge regalarte un susurro, una mirada, pero tan solo te aleja de tu historia, te amordaza el corazón, esconde un momento, anega una mirada.... y permite que pases de largo. La vida es cruel, insensible, te regala el libre albedrío. Deambulas sordo, ciego, cojo y manco, consigue que veas sin mirar, que oigas sin percibir. Cruces de sonámbulos. Caminos paralelos, rutas entrecortadas, viajes sin destino donde tan solo se percibe un pequeño destello.
Pero a veces ocurre que, un diminuto centelleo, aviva una premonición, una corazonada, un presentimiento y alguien lo visualiza y se lanza al vacío, y ese alguien se enfrenta, con miedo, a lo desconocido, percibe un nuevo aroma, intuye esa mirada perdida y.....DECIDE.

Decide desviarse del itinerario programado.
Decide abandonar la senda y aventurarse en la espesura del bosque.
Decide enfrentarse a la vida, a la misma que envidia, que manipula.
Y descubre nuevos comportamientos, osados, disonantes, diferentes.
Vislumbra horizontes de ilusiones infinitas.
Elige entre una suerte de infortunios o afortunados éxitos.
Cada día impredecible, cada instante único.
Y como el que espera desespera, despierta de su letargo y rompe el último candado.
No mas pasos rectos, ni puertas transparentes.
No hay marcha atrás, juega con los valientes que arriesgan, acompaña a los inconformistas que se adentran en mundos ocultos, bucea a pulmón abierto hasta sumergirse en insondables profundidades.

Y a pesar de que no todos los que buscan encuentren la salida. Aunque muchos, se desorienten en el camino, se ahoguen en las dificultades, continúan arriesgando, luchan y nunca serán perdedores. Impulsivos, de sangre caliente, continuarán saltando al vacío, imprudentes y temerarios con la convicción de que si otros osados lo han conseguido, ellos audaces, lo conseguirán también.
¿El secreto?
Confianza en sus capacidades.
Perseverancia ante el fracaso.
Entereza para enfrentarse a la rutina.
Paciencia hasta romper los moldes.
Sacrificio para saltarse las nomas.
Y creer en su suerte...........

Yo añoro nadar contra corriente.
Desde este márgen del río, oscuro, brumoso, monótono, animo a ese alguien intrépido a cruzar a la otra orilla.
Espero disfrute del placer que confiere la libertad de ser uno mismo, por encima de criterios preestablecidos, sin eufemismos, ni circunloquios, percibiendo un cielo limpio, azul, transparente que permite al valiente descubrir nuevos mundos, capaz de conmoverse sin fingir ser quien nunca será.
Cada mañana, despierto en el risco, observo la corriente,aguardo algún momento de menos crecida y confío en reunir las agallas suficientes para saltar desde el escollo.
Y, cada noche es más cerrada que la anterior.
Hasta ahora solo he sido capaz de imaginar y soñar, pero no pierdo la esperanza porque no hay nada más poderoso que un corazón persiguiendo una convicción.

Comentarios

Tropiezos y trapecios ha dicho que…
Al leerte me han dado ganas de salir corriendo a vivir, de morder fuerte a la incertidumbre, de explosionar una vez más y dejarme llevar por mi instinto...me lleve a donde me lleve. Cuantas veces habrñe pronunciado que la vida es de los valientes...y es cierto, es c ompletamente cierto :) ¿Sabes? soñar e imaginar, en los tiempos que vivímos, es completamente ir contra la corriente...así que puedes declararte una rebelde con muchisimas causas y con muchisima fuerza. Desde que te conozco te he visto luchar, te he visto meditar y defender las cosas que merecen ser salvados. El mundo necesita de personas como tú...que avivan la hoguera de la esperanza y no se dejan amedrentar por el que dirán. Cada día se te quiere más ...y de una manera más osada :)
Un beso inmenso mi poetisa!!!
Favole
Luis Cano Ruiz ha dicho que…
Para mi la vida es una continua lucha contra dos grandes superpotencias: LA VIDA y LA MUERTE. Yo, particularmente, prefiero que me venza la segunda que la primera.

Pero la primera, sin duda, deja muchas más cicatrices.

Un placer haber estado aquí, a partir a ahora, lugar frecuente.

Cuídate.
Historias entre Fogones ha dicho que…
Gracias por vuestros comentarios. Me llenan de esperanza, sobre todo saber que hay más gente rara como yo.Besazos de todo corazón.