MI COCTEL PREFERIDO

Mi coctel preferido es único, tanto que crea adición.
Como todo aquello que es exclusivo, sólo algún que otro privilegiado tiene la facultad de poder saborearlo. Se llama "Combianado kahiak" y sin duda alguna es tan personal como intransferible.
Existen muchas imitaciones pero, como la receta secreta de Coca Cola, no dejan de ser más que deslucidos sucedáneos.
Incluso conociendo sus ingredientes, es imposible de imitar, ya que su singularidad se encuentra en la sutileza de la mezcla:
- Tres cuartas partes de corazón, una de madurez, agitado con pequeñas y controladas dosis de ingenua inocencia, endulzado con abundantes porciones de risas e ingenio. Y el toque final que le convierte en una receta única y especialísima, una rodaja de naturalidad y de control aparente pero nunca completo.
¿El secreto? Una vez que el brevaje es ingerido con mucha ternura y total confianza, aparece entre la nebulosa de la borrachera, un hombre-niño, sin coraza, todo naturalidad y esperanza, ése, que algunos creyeron perder y el mismo del que algunos conocen su escondite, un lugar recóndito, su espacio pefecto y siempre bien iluminado.
Y allí está él, donde siempre, en aquel rincón, guardando sus sueños, escudriñando su mañana, construyendo su futuro, liberándose de cada miedo, de cada insulso recuerdo, sin recelos, sin vibraciones nefastas, aprendiendo a sentir, abandonándose a ese cariño, hasta entonces evitado, viviendo cada momento, sin temor a lo que pueda sueceder cuando abra los ojos.
Este es ¡"mi coctel Kahak!", todo fuego, el que adoro, el que no suelo recomendar por egoismo a que prolifere en exceso.
Mi Kahiak, al que respeto por no haber perdido sus valores y al mismo tiempo me fascina por mantener intacto sus sueños, sus lágrimas y sus sonrisas.
Para éstos pocos adictos al coktel "kahiak", va este brindis, sin miedos ni falsificaciones:
ARRIBA, ABAJO, AL CENTRO Y ADENTRO.....HASTA EL MISMÍSIMO CORAZÓN.
TE QUIERO!!!!!

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