CIEGA, SORDA Y MUDA

Si pudiera pedir un deseo, hoy al igual que ayer y lo mismo que mañana, te suplicaría que me cantaras una canción, te rogaría que me prestaras una de tus sonrisas para poder disfrutarla cada día, te mendigaría un abrazo, un cuánto te quiero, un "no pasa nada", "todo está bien", "yo siempre estaré aquí, muy dentro, tan profundo que te dolerán las entrañas". Si te sirve de consuelo, sé que lo decías de corazón, pero por desgracia, no siempre podemos cumplir todo aquello que prometemos.....
Si pudiera sentirte solo un instante, respirar tu olor a brisa fresca y abrazarte un solo momento, reflejarme en tus ojos y percibir, solo una vez más, nuestra complicidad.
Si estás ahí, en algún escondido lugar, arriba, abajo o a mi alrededor, ¿Porqué no te siento?
Mis recuerdos viven en mi corazón y en mi alma, me alimento cada día de tantos entrañables momentos, dulces, tiernos, irrepetibles, pero ¿Porqué no me hablas como lo hacías? o ¿Es que soy yo, que ya no te escucho?.
Quizá tu ausencia es tan profunda que me he vuelto sorda y ciega y hasta muda.
Probablemente estés tan lejos de mí que no puedas alcanzar mis pensamientos.
¡Qué más te puedo decir? Yo solo percibo maravillosos recuerdos de mi niñez, mi adolescencia, mi juventud, ahora guardados en una telaraña de nebulosa, esperando a que tú vuelvas a rescatarlos, aguardando esa señal que nunca llega, algún signo para saber que velas por nosotros allá donde quiera que estés.
Pero no te siento, no estás, ningún vestigio.
Todavía a mi edad, continuo creyendo en las hadas, y a pesar de estar ciega y sorda y muda, a pesar de que cada 11 de mayo me siento herida de muerte, otra vez entorno la puerta de mi fe y espero a que tú la empujes y aparezcas en un halo púrpura o en un soplo de aire de marismas, llenando ese agujero negro tan despiadadamente vacío, tan interminable, tan brutal, tan profundo, tan inhumano.........
Y un 11 de Mayo más, me enfurezco contigo por no salir cinco minutos antes o diez minutos después, me odio a mi misma por no haber sido yo, y blasfemo a este destino que me ha robado un pedazo de mi alma, que me ha prohibido disfrutar de tus canciones, de tus miradas apacibles, tiernas, que me ha quitado tu alegría de vivir.
A cambio me regaló un vidrioso color rojo sangre, un turbulento amasijo de hierros y una cadena perpetua a no sentirte, ni olerte, ni abrazarte......
Voy a recuperar uno de mis primeros textos que tu me inspiraste y que emanan toda la positividad que casi siempre me transmites, aspecto que hoy, 11 de Mayo, no soy capaz de experimentar.
AH! Y si por casualidad me estás escuchando, por favor, visítame de vez en cuando, cántame una alegría a mi soledad, y ya de paso que estás aquí, haz un poquito de compañía a mi negatividad, acuna, aunque sea débilmente, mis miedos y cocina algún brevaje rápido que agote toda esta desfallecida impotencia, porque creéme NO TE IMAGINAS CUÁNTO TE NECESITO!!!.

CON TODO MI AMOR PARA TÍ:
No era un día diferente a otros, no hacía frio, ni tampoco calor.
Tampoco recuerdo bien nuestra conversación, ni nuestra despedida.
Probablemente hablaríamos de temas cotidianos, del fín de semana; con toda seguridad, sonreirías con las gracias de los niños...
Pero no puedo olvidar, la calidez de Tu mirada, tu tierno abrazo que me envolvía llenándome de amor, el olor de tu piel, tus besos llenos de ternura.
Recuerdo, como si de ayer se tratara, tu último adiós, con los brazos levantados al infinito.
Y no puedo olvidar tu entrega a todos, incondicional, por encima de reglas establecidas, de normas instauradas.
Gracias por esa forma de ser, única, mágica que te hacía sentir siempre como en casa y que engrandecía aquellas pequeñas cosas, tiempos compartidos de gestos inadvertidos que ya nunca volveré a sentir.
Aprendí a reir entre tus abrazos y tus risas, conocí el consuelo de un llanto, el alivio de sentir, fascinada, cómo desaparecían las tristezas y supe lo que era añorar una canción de cuna cuando dejé de escuchar tu voz. Supe rodearme de bondad y positividad porque tú me enseñaste a ahondar en las entrañas positivas de cada hombre y cada mujer.
Es esta la razón que, en un día como hoy, ni demasiado cálido, ni lo bastante fresco, yo te ofrezca este homenaje único, para alguien extraordinario, que hizo de una vida corriente, rodeada de gente común, la más especial de las existencias, convirtiendo a todos aquellos a los que amaba en mejores personas, por los que daba la vida sin condiciones, ni preceptos, sencillamente por amor a los suyos.
Ahora siento miedo porque entiendo la soledad de un corazón y parece como si la vida fuera una gota de eternidad que te separa de mí.
Mi homenaje son las raíces de los tuyos, TUS RAICES, que hoy, conducidos por la luz de tu esperanza, se han convertido en árboles jóvenes y fuertes, con ramas erguidas y ogullosas que crecen hacia el infinito para que tu puedas acariciarlas.
Ahora, desde tu estrella, me envías tanto amor que te siento cada día en mis entrañas.
Y aquí estoy, aprendiendo a vivir con tus recuerdos, sin tus miradas, ni tus caricias, intentando ser fiel a tu credo, y mirando al cielo, le pido que te vaya muy bien hasta que por fín volvamos a vernos.
Espero ese día en el que tenga el corazón tan limpio que pueda escuchar desde lo más profundo de mi ser, el eco de tu voz.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
No quería leerlo porque sabía que iba a llorar y es que incluso me duele la cabeza...
Me gustaría tener algún recuerdo suyo pero por más que lo intento no la recuerdo, pero se que está conmigo, se que siempre está con nosotros y se que cada vez que me subo a un escenario esta ella allí, animándome, dándome fuerzas.

Te quiero mucho mamá
Historias entre Fogones ha dicho que…
lo sé mi amor. Creo que cada familia y cada vida tiene una luz, un ángel de protección. Nosotros tenemos el ángel más luminoso que brilla allí arriba y dentro de tí hay mucha de esa luz. TQ!