UN DÍA DE PRIMAVERA

Hoy, no tengo otro remedio que recuperar todo aquello que llevo escondido desde hace algún tiempo.
Hoy, no me queda otra que abrir el cofre de mi inspiración porque la ocasión lo merece.
Hoy, observaba entre la penumbra tus gestos, tus movimientos, tu seguridad y aún viviéndolo, me costaba creerlo. El tiempo pasa tan deprisa, que muchas veces cuesta asimilar tantos cambios, tantas sensaciones.
Y en un suspiro, he sentido la certeza de que todo fluía, como tu vida, en una única dirección, por un único cauce, abriéndose al mundo como un abanico rojo pasión, siempre, como un hechizo, entregada a todo lo que sientes, a todo aquello que te propones. Viviendo la vida como sientes la música.
Hoy entre una nebulosa de ternura y orgullo, he presentido toda tu esencia dentro de mi alma y, una vez más he percibido aquella niña impetuosa y pispoleta que acunaba entre mis brazos mientras te comía a besos.
Hoy mantienes tu temperamento intacto.
Continúas siendo intuitiva, elevando tus brazos al cielo, al compás de la música, engrandeciendo la existencia de todo aquel que te rodea.
Misteriosa, como tus pasos de felino que nos ha regalado hoy sobre el escenario, sintiendo tu día a día como si fuera único y permitiendo atravesar ese enigmático muro solo a unos pocos privilegiados.
Apasionada, como las miradas y los gestos con los que nos has hipnotizado hoy, aprendiendo a amar con esa misma intensidad esos abrazos predestinados a perderse entre tu cuerpo.
Valiente, deslizándote entre la música con la osadía de quien ha perdido el miedo escénico, con el atrevimiento de quien sigue su intuición sin miedo a equivocarse.
Atractiva, con lineas delicadas y seguras, lúcida ante la efectividad de lo que la naturaleza te ha regalado y arriesgando lo que hasta ahora no había sido capaz, arañando cada instante de cada minuto de cada hora, de cada día.
Tu regalo, hoy, sentirte TU. Ser consciente, por fin, que todo tu esfuerzo tiene su recompensa, con tanta gente que te quiere, que te responde cuando ríes y cuando lloras, cuando gritas y también cuando callas, porque tus silencios son puñales en nuestros corazones. Un incalculable regalo, un encuentro en tu camino de indescriptible felicidad con tus niñas y menos niñas, con la que compartes y compartirás tantas experiencias, risas y abrazos de alegría, impulsos de esperanza por horas y horas compartidas frente a un espejo, amoratadas huellas, prueba innegable del esfuerzo y dedicación total. Ya no hay soledad, nunca más.
Porque hoy, por fin, comienzas a creer en tí y, una parte de tu mente insegura, resurge de tus cenizas haciéndote comprender que te lo mereces, que te has ganado a pulso cada uno de los aplausos, de las luces, de los premios, de tu nombre retumbando en un micrófono, saboreando este festín de danza, amistad y pasión, endulzada con un explosivo coctel de euforia y algarabía. Trás el fragor del espectáculo, el postre, ese abrazo intenso, un instante perfecto sin reproches, una sensación que nubla cualquier otra emoción, un momento tantas veces enmarañado entre tus pensamientos, imaginado en tus dulces sueños que parecieron perderse para siempre entre los metálicos sonidos de railes, los mismos, que este 23 de Abril, te lo han devuelto sincero y valiente, expresando lo que tantas veces intentó evitar.
En cuanto a mí, gracias por lo que hoy me has regalado, por esos ojos grandes y profundos iluminando toda tu cara, por sentir tu éxito y tu felicidad, por transmitirme tu fuerza, por compartir el cariño que tanta gente te profesa, por sentirte tan cerca y tan independiente, por respirar cada sorbito de tu felicidad, por echar a volar sin perder tu perspectiva, por dejarme ocupar un pedazito en cada poro de tu piel, por ser un gajito de mis entrañas y yo un ápice de las tuyas. Es éste el mayor regalo que podría imaginar y tu me lo concedes cada día.
Un día de primavera único, pionero de muchos otros, un nuevo comienzo, futuros días y noches cargaditos de ilusiones, de positivos pensamientos, de decisiones valientes, de aires misteriosos, de verdades compartidas, de caricias y placeres.
Y para finalizar un consejo de una irracional. Recuerda, siempre, viajar por la vida con el alma, con tus sueños intactos, donde el pasado se rinda siempre ante un maravilloso presente, donde puedas mirarte por dentro y sentir una brisa de espontaneidad, donde encuentres esa sonrisa que emana desde lo más profundo de tu corazón hasta dibujarse en tu cara, descubriendo en un solo instante ese latido intenso, divisando una estela de felicidad en un horizonte en el que se confundan el cielo y la tierra.
GRACIAS POR EXISTIR.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
JO ELY :O cómo escribes! estoy con lagrimillas en los ojos!
Anónimo ha dicho que…
Ahora mismo no me sale nada más que TE QUIERO MAMÁ.
Historias entre Fogones ha dicho que…
Gracias chicas pero cuando lo que escribes te sale desde lo más profundo del corazón, el único mérito es el de esa cabecita pensativa que tengo por hija. TQ!
Alba me encanta que leas mis tonterías, pero tu sí que escribes genial. Echo de menos entradas tuyas más amenudo. besitos